El Oráculo y el Destino

¿Podemos predecir el futuro?, ¿Son inmutables nuestras predicciones?

Destino - Neil Gaiman

Representación de Destino extraído de The Sandman - Autor: Neil Gaiman

 

Cloto, Láquesis y Átropos, hijas de la noche, entes sin padre, implacables ejecutoras del destino, funcionan más allá de la voluntad de los dioses, incluso de su propia voluntad, tejiendo la realidad escrita en el libro sin tiempo…

Los incomprensibles designios eternamente sellados mueven a los seres del universo como títeres insignificantes de una historia infinita.

El oráculo, punto de contacto entre los hombres y el distante destino transmite los designios inapelables a impotentes oyentes marcando para siempre su camino con fatal desenlace.

He aquí el destino antiguo.

La historia avanza por los laberintos de la cultura generando posibles respuestas al desesperado intento del hombre por modificar lo que la suerte le depara.

Es con el cristianismo que se consolida la concepción del libre albedrío e impone este paradójico dogma que contrapone el saber absoluto de Dios a la libertad humana y los hace coexistir sin contradicción aduciendo al misterio.

Esta idea de libertad nos marca hasta la actualidad, a pesar de lo mucho que nos tienta renunciar a ella. El motivo es el siguiente, siendo libre de dirigir mis actos soy responsable de sus consecuencias.

Predecir el futuro exige tener una concepción clara del destino, aunque en  última instancia esta se base necesariamente en una creencia y no en la razón.

La solución moderna a este problema, si bien no está determinada por un pensamiento homogéneo y funciona de manera más bien implícita es que somos libres de diagramar nuestro propio rumbo. Esto no nos exime de la responsabilidad que tenemos de tomarnos un tiempo para reflexionar.

Si pensamos en el destino como inmutable nuestras lecturas oraculares serán aproximaciones a lo que irremediablemente habrá de suceder y el títere-consultante tendrá que aceptar resignado que nada puede hacer para modificar la predicción.

La exactitud de la misma dependerá de la habilidad y práctica del tarotista para leer subrepticiamente en el libro eterno del destino.

Descarto radicalmente esta concepción y como carezco de fundamentos (antes dije que sólo cuenta la creencia en este punto) me voy a limitar a indicar los motivos de mi inclinación.

Somos responsables de ser quienes somos, de lo que nos toca y de lo advendrá.

Las circunstancias de la vida, nuestra historia y nuestro camino no están marcados por lo estático sino que se mueven con las olas de lo indeterminado.

Perdidos en la niebla, somos ciegos sin experiencia que tocamos formas que nos guían hacia zonas marcadas por nuestra elección.

En todo momento interpretamos masas informes de realidad y les otorgamos sentido y consistencia, somos creadores. Creamos nuestro presente, nuestro futuro y también nuestro pasado.

El pasado se modifica permanentemente con nuevas interpretaciones. La manera en que nos contamos nuestra propia historia fabrica el pasado sin sellarlo nunca.

¿Qué valor tiene entonces una lectura oracular del futuro?, creo que muy poca para predecir, mucha para mostrar un rumbo posible, que se perfila de acuerdo a la situación y a las creencias actuales. Una triste tendencia lejana a la verdad absoluta encontramos en el decir de las cartas.

Sepamos transmitir a quien nos consultan que el inalcanzable destino es una altiva ficción que lejos de su inmutable realidad nos marca con su inexistencia el punto donde comienza nuestra libertad.

Me permito un bufónico estilo solemne para desvariar sobre semejante tema.

Aprovecho para agradecer a mis incautos seguidores, que veo cada vez son más quienes se aventuran en leer las pobres reflexiones de este payazo oracular que intenta entretener con inhábiles malabarismos de palabras.

Acerca de Bufon Lenormand

Soy Bufón Oraculero intentando escribir. Algo más o menos sale cuando algunas pobres palabras combino. En el apuro de todos los días, un hombre que corre por las caminos que se cruzan en la vida, encarna cada tanto a este bufón y a su nombre invita a quien quiera leerlo. Este es mi intento de mostrar la magia de lo cotidiano que se ve con claridad mirando las cartas con los ojos del alma.

Publicado el 12 agosto, 2011 en El oráculo y el Destino: ¿Podemos predecir el futuro?, SIGNIFICADO DE LAS CARTAS EN EL TAROT LENORMAND y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. 8 comentarios.

  1. Hola Bufón. Desde luego tu estilo es único y sorprendentemente pienso igual que tú. El destino no existe porque lo vamos creando, lo del pasado no lo había pensado pero es cierto que nunca contamos nuestro pasado de la misma manera. Sabes plasmar perfectamente tus pensamientos en la pantalla y me complace y me distrae leerte. Más de una vez he consultado tu web y siempre aprendo algo o identifico ideas mías con tus escritos. Las palabras nos hacen más grandes. Cuando alguna vez me han consultado, echando el tarot, siempre he dicho que lo que voy a hacer es una lectura del camino que han empezado a tomar pero que cada uno es libre de seguir por ese camino o cambiar de rumbo y entonces las cartas parecerán no haber acertado. Un saludo. Y enhorabuena por tu página.

  2. Escritura ardiente, profunda, a la vez mental y profundamente sentida, la del Bufón, una combinación rará de intelectualidad y pasión…

  3. me ha encantado, esto aprendiendo Oraculo de Lenormand (me parece mu bonito), por suerte buscando, buscando he encontrado tu página y me gusta lo que estoy leyendo. Espero aprender mucho aqui

  4. 😀 Me encanta como escribís,me estoy volviendo adicta,he aquí una incauta seguidora.Salve,Bufón!jijiji

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